Conforme las décadas, Café Martínez ha tenido un considerable crecimiento, posicionándose como una de las principales cadenas de cafeterías en Sudamérica. Desde sus comienzos en la ciudad de Buenos Aires, la marca supo capitalizar y ajustarse a los cambios del mercado cafetero pero también a las demandas de los consumidores en lo que respecta a experiencia y calidad.
En los 90, esta cadena inició una estratégica expansión nacional, dándole vida a nuevas sucursales en variados puntos del territorio argentino. Este aumento en popularidad respondió a la creciente demanda de café de categoría pero también a la búsqueda de un espacio ameno y sofisticado. Las novedosas instalaciones se ubicaron en ciudades importantes y en zonas de desarrollo, trasladando el prestigio y calidad a un público más extenso y por supuesto, variado.
En lo que respecta al reconocimiento en el mercado argentino, es importante mencionar que construyó una base sólida para mirar más allá de las fronteras nacionales. De este modo, a comienzos del siglo actual, decidió instalar su programa en los mercados internacionales. La primera parte de esta expansión vivió la apertura de tiendas en países limítrofes como, por ejemplo, Uruguay y Paraguay. Estos comercios cercanos brindaban oportunidades, debido a las familiaridades culturales y a la demanda de productos de café premium.
Es importante mencionar que la incursión extranjera le permitió a la cadena poder ampliar su alcance, pero también mostrar su enfoque distintivo del café y los ambientes amenos que proporciona. En cada país, las cafeterías se abocaron a mantener la esencia de su marca mientras ajustaba su oferta a los gustos locales. Esta estrategia de preferencias locales, junto con la calidad de los productos, simplificó la aceptación y por ende, el éxito en los nuevos territorios.
En la actualidad, Café Martínez, un icono de calidad y tradición
Actualmente, Café Martínez continúa siendo un icono de calidad y tradición en la industria del café en el territorio argentino, un estandarte en la cultura que ha perdurado en el tiempo. Con una deliciosa historia que tiene más de 90 años, la compañía supo adaptarse a las constantes evoluciones del mercado y a las necesidades cambiantes de los consumidores, posicionándose relevante y querida por diferentes generaciones de clientes.
Desde su conformación en los años 30, ha sido un claro sinónimo de excelencia en el café. Durante varias décadas consecutivas ha ido perfeccionando su oferta pero sin dejar de lado un enfoque sólido con respecto a la calidad. De este modo, cada taza de café ofrecida en sus comercios representa un compromiso con la elección de granos, la precisión el procedimiento de tostado y una elaboración experta. Esta perspectiva en la calidad ha sostenido a Martínez como uno de los grandes referentes, ratificando cotidianamente su reputación.
Sin embargo, la plena evolución de estas cafeterías no queda en el café. Pues, ha ampliado su menú para ofrecer una gran amalgama de opciones gastronómicas que se adhieren a la propuesta de café. Desde sabrosos sándwiches y wraps, hasta una selección de dulces y repostería, la carta de menú se encuentra diseñada con el objetivo de satisfacer una gama de gustos y preferencias. Esta variedad además de atraer a los afines al café, también convierte a estos establecimientos en destinos perfectos para desayunar, almorzar y merendar.
La incansable innovación ha sido una parte determinante dentro de la estrategia de Café. Conforme las preferencias de los consumidores evolucionan, la cadena supo responder introduciendo nuevas bebidas, además de técnicas de preparación y servicios. La implementación de estas opciones de café especializadas, como diversidad de granos y métodos de creación innovadores, muestran la facultad que posee la marca para acoplarse a las nuevas tendencias en la industria. De la misma manera, la utilización de tecnologías modernas como, por ejemplo, apps móviles para pedidos y pagos, ha perfeccionado la experiencia del usuario, simplificando un servicio un tanto más eficaz y personalizado.