¿Qué son y en que consisten los masajes reductores?
Estos masajes son una técnica terapéutica cuyo principal objetivo es disminuir la acumulación de grasa en áreas específicas del cuerpo, para ello, se hacen uso de una serie de movimientos intensos como amasado, fricción y presión lo cual genera una mayor circulación en las zonas tratadas. De esta manera se ayuda a disolver las células grasas que luego son eliminadas a través del sistema linfático del cuerpo. No se trata de un procedimiento invasivo por lo que es una alternativa popular entre aquellos que buscan reducir medidas sin recurrir a cirugías.
El funcionamiento de los masajes reductores se basa en la movilización de las células grasas. Al estimular el flujo sanguíneo y linfático, se promueve la eliminación de líquidos retenidos y toxinas, lo que a su vez reduce la apariencia de la piel de naranja o celulitis, al mismo tiempo, estas fricciones suelen mejorar el tono y la firmeza de la piel, haciendo que las zonas tratadas luzcan más esculpidas y definidas.
¿Cuales son los beneficios de los masajes anticelulíticos?
- Reducción de grasa localizada.
- Mejora de la circulación sanguínea.
- Estimulación del sistema linfático.
- Eliminación de toxinas y líquidos retenidos.
- Reducción de la celulitis.
- Tonificación y firmeza de la piel.
- Mejora de la textura de la piel.
- Aumento del metabolismo local.
- Relajación muscular en las áreas tratadas.
- Promoción de una figura más esculpida.
¿En qué zonas del cuerpo se pueden aplicar los masajes reductores?
Los masajes de tipo reductores se aplican principalmente en áreas donde la grasa tiende a acumularse más fácilmente. Cada zona del cuerpo responde de una forma diferente a este tipo de tratamiento por lo que es importante entender en qué áreas se puede enfocar para obtener mejores resultados:
- Abdomen: Ayuda a reducir la grasa acumulada en la zona abdominal, mejorando el contorno de la cintura.
- Cintura: Contribuye a estilizar la figura y a reducir los «rollitos» en los laterales del cuerpo.
- Muslos: Facilita la eliminación de la celulitis y mejora la firmeza de los músculos en los muslos.
- Caderas y glúteos: Reduce la acumulación de grasa en las caderas y levanta los glúteos, mejorando la apariencia de la piel.
¿Cual se considera la frecuencia ideal para realizarse masajes reductores?
La frecuencia ideal para los masajes reductores varía según los objetivos y la condición física de cada persona. En general, se recomienda iniciar con dos a tres sesiones por semana durante el primer mes para activar la movilización de grasa y obtener resultados más rápidos, dicho ritmo ayuda a acelerar el proceso de eliminación de toxinas y mejora la textura de la piel.
Después del primer mes, el número de sesiones puede reducirse a una o dos por semana para mantener los resultados y seguir trabajando en la tonificación. La constancia es clave para lograr un impacto significativo en la reducción de medidas, además, vale la pena acompañar los masajes con una dieta equilibrada y ejercicio regular para potenciar sus efectos.
En cuanto a los resultados, muchas personas comienzan a notar una diferencia después de 6 a 8 sesiones, aunque esto dependerá de la zona tratada y del metabolismo de cada individuo. Para obtener cambios más visibles y duraderos se puede continuar con un ciclo completo de entre 12 y 15 sesiones.
Contraindicaciones de los masajes reductores:
A pesar de que los masajes reductores son una técnica relativamente segura, hay que comprender que no son adecuados para todas las personas. Existen ciertos casos en los que no se recomienda someterse a este tipo de masaje debido a posibles complicaciones o efectos adversos, es fundamental consultar con un profesional antes de iniciar cualquier tratamiento para asegurarse de que es la opción correcta para ti.
¿Quiénes no deberían someterse a este tipo de masaje?
Los masajes de tipo reductor no son recomendables para personas que presentan infecciones o heridas en la piel en las áreas donde se va a realizar el masaje ya que la presión aplicada puede empeorar estas condiciones. Asimismo, no se aconsejan para mujeres embarazadas debido a los riesgos que implica manipular ciertas áreas del cuerpo durante el embarazo, también están contraindicados para personas con enfermedades infecciosas o fiebre ya que el tratamiento puede agravar la condición.
Otra categoría de personas que deberían evitar este tipo de masaje, son aquellas que padecen problemas graves de circulación, como venas varicosas o trombosis. Dado que la presión ejercida durante el masaje puede incrementar el riesgo de complicaciones en estos casos, es relevante que el terapeuta evalúe la salud del cliente antes de iniciar el tratamiento.
Condiciones médicas y situaciones a evitar:
Las personas con problemas cardíacos o hipertensión no controlada también deben evitar los masajes reductores debido a que la estimulación intensa del sistema circulatorio puede afectar negativamente su salud. De igual forma, aquellos que tienen trastornos en el sistema linfático o inmunodepresión deben tener precaución, porque este tipo de masajes puede estimular excesivamente el sistema y generar complicaciones.
Sumado a ello, los masajes reductores no son adecuados para personas con cáncer o que estén recibiendo tratamiento oncológico, puesto que, la manipulación de los tejidos puede interferir con el tratamiento médico. En todos estos casos, es fundamental contar con el asesoramiento de un médico antes de considerar los masajes reductores como opción de tratamiento.